Y ahora echamos la
vista atrás y sólo nos quedaba por invertir en el cabecero. Es ese mueble que
puedes vivir sin él, pero es maravilloso incorporarlo a tu vida.
No hemos mirado
mucho, sabíamos desde el principio que nuestra elección era clara y sencilla.
Fuimos directos a Kenay Home y elegimos este cabecero.
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tiene sus inconvenientes y desgraciadamente cuando lo desempaquetamos y
colocamos en su lugar nos decepcionamos bastante.
El dormitorio es
de un color crudito muy claro en la pared (realmente nunca me ha llegado a
convencer el color), las cómodas son blancas y el nórdico también. De repente
el cabecero dejó de ser técnicamente perfecto porque no era blanco nuclear.
En la definición
de la página web pone blanco. Y en la foto se ve de un blanco tal, que realmente temíamos que chirriase con el tono de la habitación. Blanco lo que se dice blanco no es.
Buscamos la
solución perfecta: cambiar el color de la pared del fondo. Solo le subimos un
tono, pero la diferencia es abismal. Las fotografias no son de la mejor calidad y no se aprecia tanto.
Muchas veces lo
que compramos en páginas webs no es lo que esperamos, pero en este caso ha
tenido un final feliz. El dormitorio me gusta muchísimo más. Para mi es
acogedor y simple.
Besos!!!
Me gusta mucho ese cabecero, uno igual tengo yo en mi habitación. Ha quedado genial, buenísima combinación ! Te he encontrado por casualidad, pero me quedo :)
ResponderEliminarPues te ha quedado chulísimo, yo me quiero hacer uno pero a mano, que no hay nineros... XD
ResponderEliminarUn besote!
La verdad es que me encantan este tipo de cabeceros; ya me gustaría a mi tener uno así ^o^
ResponderEliminarBss