Tocar pan

Todas las que lean este título sabrán de lo que hablo. Mientras escribo este post Mr D está a mi lado y no tiene ni soberana idea de lo que voy a escribir.

Tocar pan es que te quede muy poquito muy poquito de un producto de maquillaje. Cuando ves el metal en una sombra o un colorete, llegar a ver el plástico blanco que une la barra de labios con su envase.

En ese momento en que piensas, este producto me encanta y lo voy a terminar… ¡Mierda!

He recopilado todos los productos en los que he tocado pan:

Empezamos por los ojos. Y es que después de casi un año pensándome si debía comprarme el Lemon aid de Benefit resulta que no me equivoqué. Es mi comodín de todos los días para no usar sombras. Su único inconveniente  es que hay que poner muy poquito, si no hace unos pliegues horribles.

Pasamos a los polvos. Y es que no me extraña que los chocolate soleil de Too faced estén en las últimas. Los uso siempre, es mi imprescindible y no puedo vivir sin él. Pero como son muy oscuros tengo de repuesto para el invierno unos de Bourjois, que tienen muchos años y están como nuevos.

También tengo estos polvos traslúcidos de Maderas de Oriente, me encanta su olor.

Pasamos a los coloretes. Éste de leopardo de Too faced es de las primeras cosas que tengo de la marca, pero no lo uso a diario porque deja un brillo demasiado artificial. El siguiente es de Essence y está descatalogado, lo usé muchísimo cuando me lo compré, pero ya no pigmenta mucho.

Por último el colorete de Primark. Lo compré en mi primer viaje a Londres y me encanta para cuando estoy muy muy morena. Favorece muchísimo y su precio era irrisorio. Lo malo es que no sé si seguirán comercializándolo.

Para terminar los labiales. Y es que me estoy obsesionando con los labiales mates de Mac, son mis preferidos por su larga duración. He machacado el So chaud, que es un tono rojo tirando a anaranjado muy especial que me ha alegrado todo el verano la cara de muerta trabajadora que tenía.
Otro de mis favoritos y del que me muero de la pena cuando lo veo porque no quiero que se termine es el número 16 de la línea Kate de Rimmel London.
¿y vosotras tocáis pan?
Besos!!